La infraestructura vial es clave para la seguridad, movilidad y economía de cualquier región. Sin embargo, con el paso del tiempo, las condiciones climáticas, el tráfico pesado y la falta de intervenciones oportunas, las carreteras comienzan a deteriorarse.
Detectar a tiempo las señales de daño puede marcar la diferencia entre una reparación menor y una rehabilitación costosa.
En este artículo te compartimos las 5 señales más evidentes de que una carretera necesita mantenimiento urgente.
1. Grietas en red (“piel de cocodrilo”)
Este tipo de fisura es una de las más comunes y preocupantes.
Se presenta como un patrón reticulado, similar a una malla o escamas, y suele indicar que el pavimento ha perdido soporte estructural en su base o subbase.
¿Por qué es urgente atenderlas?
Porque permiten la entrada de agua, acelerando el deterioro de las capas internas y generando fallas mayores.

2. Hundimientos o deformaciones
Los desniveles, baches hundidos o zonas con ondulaciones son síntomas claros de un colapso estructural parcial.
Pueden deberse a mala compactación, sobrecarga vehicular o presencia de agua en el terreno.
Consecuencias:
- Riesgo para vehículos y usuarios
- Acumulación de agua
- Daño progresivo del sistema vial
3. Presencia de agua estancada
El agua superficial o acumulada en zonas bajas es una alerta roja.
Indica fallas en el drenaje, deformación de la superficie o pendientes mal diseñadas.
El agua es el principal enemigo del pavimento.
Si no se corrige, provoca desintegración, grietas, baches y erosión de capas.
4. Desgaste superficial o pérdida de textura
Cuando el pavimento pierde su rugosidad, se reduce la adherencia de los neumáticos, aumentando el riesgo de accidentes, sobre todo en condiciones de lluvia.
También puede ser señal de envejecimiento del material o mala calidad en su mezcla asfáltica.
Solución:
Rejuvenecimiento superficial, microaglomerado o repavimentación según el caso.

5. Baches
Los baches son la señal más evidente y urgente.
Indican que el daño ha avanzado desde el interior hasta la superficie.
Reparar baches sin corregir la causa estructural solo soluciona el síntoma.
Es fundamental hacer una evaluación técnica para determinar la profundidad del daño.
Una carretera en mal estado no solo representa un mayor costo de reparación, también pone en riesgo la seguridad de quienes la usan.
Detectar a tiempo estas señales permite intervenir de forma preventiva, ahorrar recursos y alargar la vida útil de la infraestructura.
En CEVITER realizamos diagnósticos técnicos para identificar fallas, determinar su causa y diseñar soluciones efectivas. ¿Tienes una vialidad con alguno de estos síntomas?
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